El 19 de junio de 1933, en plenas revueltas anarquistas de la España republicana, un gran descubrimiento iba a tener lugar en Canarias. Un gran descubrimiento, si hubiese ocurrido en algún otro lugar del planeta, pero como ocurrió en colonia española, pasaría al más triste de los olvidos.
Este descubrimiento sucedió en el sur de la isla de Tenerife, más concretamente en el municipio de Abona.
Un joven cabrero, Domingo Pérez González, entró accidentalmente en la cueva de Uchova, conocida en la antiguedad como uchón o auchón; que tiene un término similar en el amazigh ichuva o cueva, situada en el barranco de La Tafetana, al norte de San Miguel de Abona; pero esta cueva no era como cualquier otra cueva.
Lo que descubre Domingo, es ni más ni menos, una de las más grandes necrópolis guanches: Una cueva sepulcral que contenía más de 50 restos perfectamente bien colocados, sobre troncos apoyados en grandes piedras, y organizados en varias bóvedas.
La verdad compañero que fuente un día muy interesante y de gran aventura
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EliminarHola Gorka sales como desconocido. Lo pasamos genial
EliminarMe parece muy bueno el trabajo de ustedes como exploradores. Si no fuera por gente como ustedes, no sabríamos nada del pasado, excepto lo que nos quieran contar... Recomiendo como mejor historiadores, la obra titulada Canarien, escrita por franceses hace mucho, mucho tiempo.
ResponderEliminarGracias por la aportación en tu comentario Agustín ¡¡ mi primo favorito !!
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